Tras un duro año de restricciones y más bajadas que subidas en la mayoría de los sectores, tanto el turístico como el de la restauración, no ven aún la luz al final del túnel, pese a la evolución de la pandemia.

Sin embargo el mercado inmobiliario ha logrado reponerse o al menos variar a lo largo de este último año, pese al duro golpe que la pandemia ha ocasionado.

Y es que como hemos comentado en anteriores post, la vida ha pasado a dejar de tener prioridades establecidas para dejarse llevar por el ritmo que vayamos marcando nosotros/as mismos/as.

Nuestro entorno laboral, costumbres y consumición de bienes y servicios no sólo han cambiado, sino que se han adaptado a nuestro ritmo de vida. El mercado online se abre paso, tanto para la reserva para la asistencia a comercios y negocios como para la compra online.

Afortunadamente en el mercado inmobiliario estamos experimentando un incremento en la venta de viviendas, principalmente aisladas de grandes urbes, buscando la serenidad y el mundo natural para nuestro día a día.

Los clientes buscan espacios aislados pero que nos permitan realizar una vida familiar o social más casera, disfrutando de un espacio seguro pero abierto.

Incrementa la venta y por lo tanto compra de viviendas en nuestros pueblos, dando una segunda oportunidad para poder reencontrarnos con una España vaciada.

Aumentan las búsquedas de casas con un terreno más o menos pequeño para poder no sólo adquirir una vivienda, sino crear un espacio a nuestra medida con un precio además económico si tenemos en cuenta metros/precio.

Gracias a esta reactivación del mercado podemos dar una mayor salida a nuestras viviendas en el caso de querer realizar una venta en este momento, así como de adquirir una vivienda en otras o nuestra propia comunidad con un nivel de vida más relajado y con una mayor adaptación a nuestras necesidades vitales.

El abandono del mundo rural nos permite poder alcanzar un sinfín de viviendas con precios muy económicos, algo que no sólo nos facilita crear un hogar a nuestra medida, sino que ayuda a los pueblos a experimentar un renacimiento tanto en sus calles como en su economía.